Sept. 11, 2025
¡Sabores que educan, aromas que inspiran! Así se vivió el Festival Gastronómico “Sabores de Mi Tierra”, una celebración donde la cocina tradicional nicaragüense se convirtió en aula viva para los estudiantes técnicos del Centro Tecnológico de Hotelería y Turismo. Entre ollas de barro, trajes típicos y danzas folclóricas, los jóvenes demostraron sus habilidades en la elaboración de deliciosos platillos a base de nuestro maíz.
“Hoy con mucha algarabía, con mucho entusiasmo, estudiantes y maestros celebramos las fiestas patrias y, sumado a eso, la importancia de nuestra gastronomía a base de maíz. A nivel mundial, Nicaragua es el segundo país en utilizar más el maíz en los alimentos. Queremos que nuestros estudiantes valoren y continúen con la tradición de nuestros ancestros sabiendo utilizar este recurso, y en la formación de estos jóvenes se elaboran alimentos a base de maíz”, indicó Melania Arauz Sánchez, subdirectora técnica docente del Centro Tecnológico de Hotelería y Turismo.
Desde el primer bocado de indio viejo hasta el último sorbo de pinolillo, cada platillo fue una muestra del conocimiento técnico que los estudiantes han adquirido en sus carreras. La preparación de recetas como güirilas, sopa de gallina con albóndigas, baho y torta de elote no solo exigió precisión culinaria, sino también creatividad, trabajo en equipo y pasión por las raíces.
En cada stand, los protagonistas aplicaron técnicas aprendidas en clase: selección de ingredientes, procesos de cocción, presentación de alimentos y atención al cliente. Pero lo más valioso fue ver cómo cada receta se convirtió en una herramienta para rescatar la identidad cultural y fortalecer el sentido de pertenencia.
“Esto me permite abrir más mi experiencia culinaria, viendo los distintos platillos que nuestros antepasados elaboraban. Invito a todos a rescatar nuestras tradiciones a través del maíz”, comentó María Alejandra Luna, de la carrera de Cocina y Gastronomía, mientras ofrecía una torta de elote con una sonrisa de orgullo nacional.
El festival reunió a estudiantes de diversas especialidades: Cocina y Gastronomía, Panadería y Pastelería, Servicio de Restaurante, Bar y Cafetería, Dirección de Alimentos y Bebidas, Atención al Cliente y Recepción Hotelera y Gestión del Departamento de Habitaciones. Cada uno aportó su talento y conocimientos, demostrando que la educación técnica en Nicaragua no solo forma para el trabajo, sino también para la vida.
Mientras algunos horneaban güirilas con maíz tierno cuidadosamente seleccionado, otros decoraban sus trajes típicos con orgullo y creatividad. La jornada fue una sinfonía de sabores, colores y emociones, donde el aprendizaje se mezcló con el amor patrio.
“Una de las cosas que nos permite estar aquí es poder avanzar como estudiantes y también como personas en nuestro ámbito profesional. Estamos experimentando, haciendo que nuestro conocimiento valga más”, expresó Randy Sequeira, estudiante de Panadería y Pastelería, mientras explicaba el proceso de elaboración de las güirilas.
La experiencia se enriqueció con juegos tradicionales y una peña cultural que cerró el evento con danzas como Palomita Guasiruca, Palo de Mayo y sones de marimba. Cada movimiento, cada ritmo, cada sonrisa fue un recordatorio de que la gastronomía es también una expresión de identidad.