Centro Tecnológico Gral. Augusto Nicolás Calderón Sandino, Nueva Guinea

La educación técnica profesional como opción de desarrollo para la mujer en el campo

Mar. 5, 2021

Keyling Ruíz Sánchez es una joven de 18 años, que habita en la comunidad Rubén Darío, de Nueva Guinea. Ella ve la educación técnica profesional como una oportunidad que brinda el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional para el desarrollo de la mujer nicaragüense y la juventud en general.

Relata que, para llegar al Centro Tecnológico General Augusto Nicolás Calderón Sandino, del INATEC, donde cursa el segundo año del Técnico General en Veterinaria, tiene que caminar por más de 40 minutos desde su casa, y luego transbordar un bus que la lleva a Nueva Guinea. 

Cuenta que esta travesía la realiza los lunes y viernes, pues durante la semana se queda interna en el centro, donde recibe alimentación y todas las condiciones para estudiar.

Decidió estudiar el Técnico General en Veterinaria, porque, explica, esa es su vocación. “En mi casa tenemos gallinas, por el momento no tenemos cerdo, el ganado que teníamos se murió con una peste que hubo hace años y pues estoy estudiando esto porque me gusta, es una carrera bonita y pienso salir adelante. Mi abuelo tiene ganado y ahí puedo hacer mis prácticas y cada día quiero ir aprendiendo más para que al finalizar mis estudios pueda ayudar a mi comunidad”.

“El querer es poder”, respondió a lo inmediato, cuando se le preguntó por los obstáculos que se puede encontrar en el campo laboral. “Las mujeres somos fuertes, quizás trabajar con animales se nos complique un poco, pero no es difícil, porque sé que lo podemos hacer”.

Sobre la educación técnica dijo que: “Es una oportunidad que deberían de aprovechar todos, porque son centros que están en todo el país y pues, no pagamos mensualidad, en mi caso tengo albergue, alimentación y debemos sacar el máximo provecho”.

La joven resalta que lo que más le gusta de la carrera es reproducción de aves, “porque he aprendido cómo curar el lugar, dónde poner las aves, reproducirlas, ganar dinero y también pongo en práctica lo aprendido”.

En el centro, los docentes nos ven a todos por igual, es bonito porque no hay machismo, aprendemos incluso más que los varones”, sonríe Ruiz.

“Me gusta que los maestros nos dicen a nosotras, que siendo mujeres podemos hacerlo, y si les pedimos ayuda siempre nos están brindando sus conocimientos y nos apoyan en las clases, en las prácticas, nos aconseja a seguir estudiando”.   

Reconoce que, desde las generaciones pasadas, existía el pensamiento de que las hijas no podían estudiar. “Ahora todo ha cambiado, si a una mujer le nace, puede independizarse”, destacó.

Expresa que, en su sección, los varones dan ánimo a las muchachas para que sigan en el proceso de formación. “Sueño con poner en práctica lo aprendido y seguir estudiando”.

La entrevista finaliza. Keyling, con rostro alegre emprende el viaje a su casa, como todo viernes. Se despide de sus compañeros de clase, teniendo en cuenta que el lunes regresa, a seguir construyendo su futuro.

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