Centro Tecnológico de Ocotal

De Ingeniero Civil en Honduras a Técnico General en Agroindustria del Café en Nueva Segovia, Nicaragua

Sept. 1, 2017

El placer por el café, despertó su verdadera vocación

Nelson Eduardo Paguaga Morales, un joven Ingeniero Civil hondureño, quien labora como jefe de compras en “Williams Asociados Constructores” en Tegucigalpa, Honduras, recibió un buen día una invitación a la finca de su tío en Nicaragua para conocer sus haciendas de café, de allí, su vida cambió completamente. “Fue allí que me di cuenta que estoy enamorado de esa deliciosa bebida estimulante de los sentidos y a un paso más cerca de la felicidad. Fue como dice el dicho “Amor a primera vista”, hoy estoy estudiando lo que me gusta, lo que me apasiona, Catación de Café. Estoy seguro que voy a encontrar trabajo en este ramo en mi país o tal vez decido quedarme aquí”: relató entre risas Paguaga.

Nelson nació un 25 de Julio de 1991 en la Ciudad del Paraíso, Honduras; hoy es un joven amante del café, hasta tal punto, que hace sacrificios para poder viajar cada fin de semana al Tecnológico  Agroindustrial de Ocotal y recibir las clases del Curso Catación del Café.

Para poder estar puntual en las clases que tanto le apasionan, después de una ardua jornada laboral en Tegucigalpa, Morales viaja cada viernes a las cinco de la tarde hacia su ciudad natal, El Paraíso, cerca de la frontera con Nicaragua; posteriormente, el sábado a primera hora, sale rumbo a Ocotal, Nueva Segovia: “hago el sacrificio de levantarme tempranito, dejo todas mis cosas listas. Estoy a dos horas del centro, dependiendo que tan lleno esté la frontera para realizar el trámite migratorio de entrada y salida a este hermoso país, que me ha dado la oportunidad de estudiar esta importante carrera para mi desarrollo personal”: manifestó contento Paguaga.

Descubriendo su pasión por la catación de café                        

A pesar de haber nacido y ser criado en enormes áreas de agricultura y fincas de café, el objetivo de Paguaua era ampliar sus conocimientos y encontrar su verdadera vocación, aunque muchos le preguntaban por qué no había estudiado Ingeniería Agrónoma.

Cuenta Nelson, que a inicios del año 2017, acompañó a su papá a la empresa de comercialización de café “Peraltas Coffees” en Jalapa, Nicaragua y le gustó tanto, que entendió que tenía que saber más de café, ya era la segunda motivación para estudiar el curso, con el propósito de fortalecer sus conocimientos y capacidades sobre la calidad del grano de oro, entonces, no la pensó dos veces y decidió tomar las clases de Catación, Tostaduría y Análisis de café en el Tecnológico Agroindustrial de Ocotal.

La revelación

“La catación de café ha sido una experiencia extraordinaria, porque despertó toda una aventura que no imaginaba que mis pupilas gustativas tenían la capacidad de despertar y para mí, ha sido toda una aventura estimular en mi paladar, para poder identificar primero los defectos, luego aprender a identificar procesos, tipos de tuestes, dulzura, cuerpo, acidez, etcétera”: relató Paguaga.

“Todo esto es con el fin de seguir aprendiendo en una nueva área y poderla emplear este año en la cosecha de la finca de mi papá y poder conocer la tasa de mi café y buscar un mercado directo y lograr salir adelante en el área de la finca. Además, pienso intentar secar mi café en patio y no venderlo húmedo o secarlo en secadoras artificiales, todo esto lo he aprendido en este centro técnico, que además me da la bendición de poner en práctica lo aprendido”: dijo Paguaga, mientras participaba en una feria vocacional, donde promovía este tipo de cursos, a jóvenes y población de Nueva Segovia.

“El vocacional es una excelente escuela donde se puede aprender, no solo de catación de café, sino de manejo de fincas, barismo, topografía, mecánica etcétera, y lo mejor, que no se debe de pagar nada lo cual es excelente para todos”: expresó Paguaga.

Dieta especial para la catación                                   

“Sabor suave, espuma perfecta, aroma con notas de limón, y al paladar un dejo de acidez e intensidad”: así debe ser un buen tinto”: según Paguaga, quien vive y trabaja en el hermano país de Honduras.

Ha sido tanta su pasión por el aprendizaje de esta carrera, que lo ha llevado a tener una dieta especial para que no altere sus papilas gustativas y poder poner en práctica lo aprendido. Tanto el ají, los condimentos, el ajo,  la sal, la pimienta, el azúcar y las grasas están siendo suprimidos de su menú, “con el tiempo se desarrolla tanto el sentido del gusto, que se percibe hasta lo más mínimo que se come o bebe. Se siente el sabor del detergente en los platos, los  residuos de café de un filtro mal lavado, el cloro del agua, el sabor del plástico, todo invade el paladar”: dijo orgulloso el joven hondureño.

“Desde pequeño siempre he creído en Dios y a pesar que no soy la persona más cristiana, creo que él nos ayuda en todo momento y todo pasa por un motivo; hablando de mi personalidad siempre me ha gustado ser exigente e innovador, además me ha gustado el negocio. Muchas veces la gente me pregunta si esto es algo que se aprende o es algo que se trae, yo les contesto que es de los dos, ya que recuerdo que desde pequeño, estando en kínder Garden, me compraron un Tonka (Carro) y yo se las rentaba a los otros niños en un lempira por una vuelta y regresaba hasta con diez lempiras y mi mama me regañaba y me decía que se prestaba y yo le decía que no porque era mía”: relató entre risas Paguaga.

Creo que debemos aprender que cuando “uno más sabe más vale”, y además porque te da la posibilidad de compartir los conocimientos que te brinda este centro técnico talmente gratis y con la oportunidad de la práctica, que en nuestro país (Honduras) es difícil de encontrar.

Reconoció, que como joven ha hecho amistades y disfruta intercambiar culturas con sus compañeros de clase, incluso visita fincas cafetaleras ubicadas en el norte del país: "la gente nicaragüense, son personas súper trabajadoras y amables, me encanta que no son personas egoístas para compartir sus conocimientos. Además, me encanta el gallo pinto con carne asada”.

Cuando termine el curso en el Tecnológico de Ocotal

“Pienso ingresar a las clases de barismo antes de terminar este año, ya que comienza un curso en este mes, además estoy ayudándole a mi papá para que obtenga la nacionalidad nicaragüense, ya que mi abuelo era Nica y así yo poder obtener mi nacionalidad también. Y pues, siempre estoy abierto a aprender y poder crear empresas o inversiones, sea en Honduras o Nicaragua, y tener doble nacionalidad me podrá beneficiar en un futuro cercano de una u otra forma”.

“El café se hace y se toma. Consumirlo recalentado es un delito, echarle azúcar es perder la  esencia de sus sabores”: concluyó Paguaga.

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