En Altamira, Frente a la Iglesia San Agustín, hay una placita donde podés disfrutar de un riquísimo café producido en la Dalia, Matagalpa.

En la “Cafetería San Martín” conocimos a Carlos Vladimir López, quien es Asesor Técnico Barista, de esta marca, donde ve el control de calidad del producto terminado a base de café.

López curiosamente nunca fue amante al café, pues desde pequeño no le permitían ni siquiera probarlo, pero por cosas de la vida, terminó amando el café y hoy en día es muy conocido en el mundo del Barismo.

Carlos, actualmente tiene 34 años de edad, es padre de familia y nos cuenta que primeramente estudió la carrera de Administración Turística y Hotelera en el Centro Tecnológico Manuel Olivares, donde una cosa lo llevó a la otra.

“Estando en la carrera hice mi primer pasantía en la casa del café, en la parte administrativa, estando ahí se dio la necesidad de que estaban requiriendo personal en la parte de servicio, ya que entrabamos a la temporada alta, cuando estábamos en la parte de servicio iniciamos a ver diferentes preparaciones de bebidas del producto terminado del café como consumo, ahí nace mi manera técnica de tocar una máquina y preparar café del menú que ofrecían”.

A partir de esta oportunidad que se le presentó a Carlos, su pasión por conocer más sobre el rubro del café se fue abriendo, pues en el año 2009 nace la oportunidad de conocer a otra familia productora de café, un eslabón que lo llevó a la Escuela Nacional del Café del Centro Tecnológico de Ocotal.

“En el 2009 nace un proyecto del cual me invitaron, ahí es donde yo me enlazo con la Escuela Nacional del Café en Ocotal, la familia productora que me invitó era originaria de Matagalpa, me dieron la oportunidad de conocer la planta de café y el procesamiento que le daban al grano, en ese momento se me abrió más el abanico de oportunidades y decidí no dejarlo pasar, aquí nace la necesidad de decir voy a entender a profundidad qué es el café,  fue entonces que solicité un espacio para viajar de Managua a Ocotal y estudiar la capacitación de Control de Calidad que ofertaban en el vocacional –así era conocido en ese entonces-”, comentó.

Escuela Nacional del Café una oportunidad para muchos jóvenes

López al igual que muchos jóvenes, tienen la oportunidad de aprender y llegar hacer un profesional de este rubro, donde se les capacita y prepara para competencias y aprendizajes en el exterior.

“Yo los invito a todos a formar parte de esta profesión que es el Barismo, las herramientas y todo lo demás está a la mano de todos los que quieran conocer esta nueva profesión. En mi caso trasformó mi vida, porque me he desarrollado a nivel personal y profesional, es algo bonito, es algo que lo lleva y catapulta hasta donde uno quiere llegar”, instó Carlos.

Gracias a la oportunidad que le dio la Escuela Nacional del Café, este joven fue campeón de Barismo durante la competencia de Bartender y Barismo en el año 2011 realizado por el INATEC, empuje que lo llevó a ser un gran Exponente de Café en Colombia.

“La base y el conocimiento lo adquirí en la Escuela Nacional del Café de INATEC, que ha llevado desarrollo a la zona norte del país, en el área de café, con esta escuela y otras áreas también, porque no sólo se dedican al café, también hay otras carreras como soldadura, carpintería, topografía, entre otros, pero yo que me desarrollé en esta área, puedo decirles que es la mejor escuela equipada en temas de café y esa información me llevó junto a otra información sobre productores, procesamientos, algo más de catación y beneficios del café a Colombia, donde fui uno de los grandes exponentes de café”.

El joven barista recibió de la Escuela Nacional del Café certificación en Catación del Café e Inspector de Control de Calidad, ambos cursos le dieron las herramientas para poder desarrollar lo que ahora es, servir el producto terminado como son las bebidas en diferentes calidades y diferentes gustos.