No es raro hoy en día ver en alguno de los 45 Centros Tecnológicos del país, a una mujer estudiando mecánica automotriz, electricidad, soldadura, topografía, refrigeración etc…debido a esa igualdad de oportunidades que se ha venido promoviendo tanto para el hombre, como para la mujer, desde la Educación Técnica, en los últimos 12 años.

Javiera Yáseli Castillo Reyes, de 18 años de edad, es estudiante del Técnico General en Mantenimiento Industrial, en el Centro Tecnológico Ernst Thalmann de Jinotepe. De pequeña prefería jugar a desarmar máquinas, que, con muñecas, ya que su papá era un amante a las ingenierías.

“Mi papá es obsesionado con las ingenierías y yo salí igual, y como él no logró cumplir su sueño de estudiarla, decidí seguir su camino y estudiarla yo y se puso feliz, me hizo hasta una reunión familiar cuando se dio cuenta de mi decisión y de ahí que todos me apoyan en mi familia, hasta mi novio”, cuenta Javiera.

La joven reconoce que cuando tomó la decisión de incorporarse a estudiar el Técnico General en Mantenimiento Industrial, sintió la incertidumbre de cómo reaccionarían sus compañeros de clase, por ser mujer.

Cuenta Javiera, que al principio cuando el profesor orientaba trabajos en grupos, todos se volteaban a ver como dudando de sus capacidades, pero en poco tiempo se convirtió en la líder de su grupo, gracias a que es una estudiante autodidacta. “Siempre estoy investigando y profundizando en mi carrera”.

“Esa idea de que esta carrera es para varones, que es poco femenina, es falso, nosotras las mujeres tenemos derechos y somos eficientes, hoy tenemos la oportunidad de ser mejores y prepararnos en carreras técnicas, para la contratación de mano de obra nacional y no extranjera”, agregó la joven.

Javiera ha decidido aprovechar al máximo su tiempo, por la mañana estudia la carrera técnica y por la tarde, estudia en la universidad de Jinotepe. 

“En la universidad es más teórico y aquí es más práctico, he aprendido como usar los bancos de mantenimiento industrial, como manejar los diferentes tipos de máquinas industriales, los objetos de medición, entre otras experiencias que solo en teoría conocía”.      

Luis Fernando Bermúdez, compañero de clases de Javiera reconoce que, “la mujer tanto como varones tenemos oportunidades de estudio, Javiera práctica lo mismo que nosotros y en muchos casos mejor que nosotros, porque es más aplicada y ordenada; trabajamos con un ritmo de eficiencia por ella”.

Javiera asegura que hay que eliminar esa idea que las mujeres no pueden desempeñarse en ciertas carreras, ya que, para ella, las mujeres pueden ser y estudiar lo que se propongan, así como ella y otras mujeres que a través de la educación técnica están cumpliendo sueños.

“Insto a las muchachas que estudien la carrera que prefieran”.