Detrás del triunfo de un hijo, está un buen padre

El ritmo de vida acelerado, deja espacios para organizar el tiempo y poder combinar el quehacer profesional y personal, dedicarse a la familia, pero, además, no dejar a un lado la meta de triunfar, en un mundo competitivo.

Saber combinar esas facetas es lo que ha tocado al joven Richard López Silva de 26 años, estudiante del segundo año del Técnico General Forestal, en el Centro Tecnológico Olof Palme de Estelí. "Desde la distancia dedico tiempo a mis hijos, por ellos estudio, me preparo en esta carrera que más adelante será la que nos ayudará a profesionalizar a mis niños”.

Afirma que siempre ha sido un buen hijo y eso lo refleja ahora que es padre de dos hermosos hijos, en edades de siete y cuatro años, que están siendo criados por sus abuelos paternos, y de quienes está siguiendo su ejemplo de ser un papá ejemplar. "Mi papá es un padre bueno porque ha hecho de nosotros hijos trabajadores y buenos padres de familia", afirma Richard entre risas.

Richard reconoce que asume con satisfacción los diferentes roles, para la unidad en la familia, “cuando voy de vacaciones, cocino, lavo ropa, trastes y ayudo a las labores del campo".

Richard es de origen mayagna, oriundo de la comunidad Kahaswas de la Costa Caribe Norte y goza del beneficio de una educación técnica gratuita y de calidad, además es estudiante interno en el centro técnico, donde se le garantiza su alimentación.

Conoció de la existencia de este centro tecnológico por la promoción constante de la educación técnica en redes sociales. “Gracias a la divulgación de las carreras y los beneficios para los que no tenemos recursos y la necesidad de esta carrera en la zona me motivó a estudiar”.

Cuenta Richard que para él fue difícil alejarse de su familia, “cuando agarré maletas que me venía a estudiar, al dar la vuelta rodaron lágrimas, pero ya casi termino y con otro beneficio de hacer prácticas en el MARENA por ese esfuerzo y dedicación”.  

Además de su carrera técnica, los sábados se prepara en el curso de repostería y panadería en el mismo centro, “esta carrera mejorará la situación económica de toda mi familia, de mis padres y mis nueve hermanos, me voy a encargar de multiplicar lo que he aprendido, en mi zona no hay técnicos forestales”.

“Gracias a todas las condiciones que nos brindan en este centro, hasta me permite comunicarme diariamente con mi esposa y mis hijos, por el internet gratuito”, expresó.

Richard externó que conjuga el rol de papá con el de alumno, una labor que ha ido creciendo a la par de su preparación técnica, “voy aprendiendo a combinar, cuando voy de vacaciones dedico gran parte del tiempo a mis hijos, soy de la idea que tenemos que ser equitativos, el rol lo tenemos que compartir ayudarnos entre todos”.

Logros y próximos desafíos

Augusto César Aguilera, docente del módulo Conservación del Patrimonio Natural, dijo: “Richard desde su llegada al centro como parte de un grupo de protagonistas de la etnia mayagna ha demostrado mucha entrega, responsabilidad, en el desempeño de sus funciones que le han encomendado, a pesar de ser un joven padre ha tenido que desarrollar actividades propias de un joven estudiante y ha sabido ser padre y protagonista a la vez”.

Asimismo, reflexionó que a pesar de ser papá, ha sabido desenvolverse con los compañeros, que son chavalos que no tienen esa responsabilidad.

“Siempre monitorea su casa, está atento con lo que pasa con sus dos hijos, él se preocupa por ellos”, comentó el docente.

“Para el no hay vacaciones, el sale de aquí y va a levantar la cosecha, en la etnia mayagna, además de ser responsable, es muy respetuoso, tiene cualidades de líder, siempre cumpliendo con sus actividades, y hace que hermanos mayagnas también cumplan, es un ejemplo en la comunidad”, reconoció Aguilera.

También señaló que es un excelente cultivador de bosques, es un silvicultor. 

Para Richard, detrás del triunfo de un hijo, está un buen padre, “les digo a los mayagnas estudiemos, saquemos adelante nuestras familias y las comunidades”, finalizó.