San Carlos | Maryorie Duarte | 24.04.2018 | 16:16
Luego que conocieran de la existencia de un centro técnico en la zona de San Carlos, dejaron sus labores cotidianas en la finca de sus padres para profesionalizar sus conocimientos empíricos y regresar con mayor fortaleza.
Alfredo, Rodolfo, Carlos, Martha Lorena y Ervin, todos Mejía Gutiérrez, con edades de 23, 21, 17, 19 y 18 años respectivamente, son cinco hermanos que decidieron estudiar en el Tecnológico Industrial San Carlos.
Dos de ellos se preparan en el Técnico General Agropecuario y tres, en el Técnico General en Administración, todos gozan de una educación gratuita, con todas las condiciones de aprendizaje e internado.
Estos cinco hermanos son originarios de la comunidad Las Maravillas, de Boca de Sábalos, Rio San Juan, la cual se encuentra a diez horas del centro.
Todos delgados, de cabello oscuro y cada uno con su peculiar forma de ser, algunos bromistas y otros de expresión seria, aunque Ervin, el cumiche, es un poco más coqueto que su hermana Martha Lorena.
A medida que hicimos la entrevista, unos fueron más relajados y abiertos con sus respuestas, mientras que Alfredo y Carlos fueron más cuidadosos con sus palabras.
Gracias a la convocatoria casa a casa que realizan los docentes de INATEC cada año, los hermanos conocieron de la oferta del Tecnológico Industrial de San Carlos, dónde se les brinda la oportunidad de estudiar como alumnos becados.
Comentan los hermanos que sus padres a pesar de quedar solos con las tareas agrícolas de su pequeña finca, donde se siembra maíz, frijoles, malanga, plátanos, quequisque, yuca, cítricos, entre otros, los apoyaron para que cumplan su deseo de profesionalizarse a través de una carrera técnica y así poder aportar una mejor calidad de vida a sus seres queridos.
“Estoy agradecido porque nos da el apoyo el gobierno de Nicaragua, la enseñanza es buena, satisfechos porque mis padres necesitan de estos conocimientos y tengo que hacer el esfuerzo por ser un ejemplo para mis hermanos y mi familia”, dijo Rodolfo Mejía, el segundo de los cinco hermanos.
Coinciden que su rendimiento académico es muy bueno, que han aprovechado al máximo esta oportunidad, “Agradecidos porque hasta el fin de semana lo pasamos aquí con todos los beneficios y devolvemos poniendo en práctica lo aprendido en el cuido y manejo de siembras para el consumo nuestro”.
“Para nosotros no ha sido incomodo que estudiemos lo mismo, por el contrario, nos aconsejamos, hacemos las tareas, nos hacemos en el mismo grupo de trabajo”, dijo Martha Lorena.
“Además de hermanos”, explicó Alfredo el mayor de todos, “ahora que estamos estudiando cuando terminemos nos vamos a asociar como una empresa, en la que todos somos importantes, y nos necesitamos el uno al otro para poder cumplir este sueño y vivir mejor”
“Desde que entré a este Tecnológico la vida me cambió por completo, uno entiende que con la educación técnica tiene más opciones para su vida”, dice Alfredo, mientras recuerda el día en que supo que cumpliría su sueño de ser técnico.
“Mi padre nunca nos presionó para que estudiáramos en la universidad, nosotros tuvimos la libertad de estudiar lo que queríamos, pero sí influyó verlo como trabaja en el campo, con los animales”, comenta Alfredo, mientras sus ojos brillan.
Las carreras que ofrece el Tecnológico de San Carlos son: técnico general en administración, construcción civil, agropecuaria, técnico en contabilidad y zootecnia. A los estudiantes del internado, además de la enseñanza, se les brinda alojamiento, alimentación y material didáctico.
En la alianza que hay entre el INATEC, CNU y el Ministerio de Educación (MINED), hay 4 carreras técnicas que se imparten en este centro, que se pueden convalidar en las diferentes universidades públicas.
El Tecnológico de San Carlos ubicado en medio de montañas cerca del majestuoso Rio San Juan, se establecen pequeñas parcelas de los diferentes cultivos, que les permite a los protagonistas aplicar la metodología aprender – haciendo donde el 70% es práctica y el 30% es teórico.
