Rivas | Gabriela Almanza | 04.11.2020 | 13:19
Interactuar con sus compañeros de clases y docentes para seguir orientaciones en el manejo de las diferentes maquinarias y herramientas, son algunas de las actividades que diario Carlos Samuel Jarquín realiza, superando su condición de sordo de nacimiento, para formarse como Técnico General en Fabricación de Productos de Madera.
Una comunicación apoyada en el lenguaje de señas y otras habilidades desarrolladas en común, entre docentes y personal del Centro Tecnológico Gaspar Garcia Laviana de Rivas, es la base para que Carlos viva la formación técnica profesional inclusiva que promueve el Gobierno a través de los Centros Técnicos del Tecnológico Nacional.
Con su lenguaje de señas y apoyados con la traducción de unos de los servidores públicos de este Centro, una vez que Carlos nos dio la bienvenida, nos expresó su nombre y la carrera que estudia, nos expresó qué, “mis expectativas son aprender a serruchar, armar enjuncar y cepillar”.
Le preguntamos que apreciación tiene del INATEC y el Centro donde estudia, a lo que nos respondió que, “es una alegría estudiar aquí y gracias porque me siento feliz por la oportunidad de emprender con los sordos a través de señas”.
Carlos es un ejemplo que ser sordo no es impedimento para formarse, sumado a su motivación y voluntad de cada día asistir a clase con visión de un mejor futuro, lo cual transmite en su mensaje para los jóvenes con su misma condición: “estudien una actividad en cultura, para aprender a leer y saber palabras de sordos a través de señas, y me gustaría que lo hicieran con el profesor Santos y Miguel, (quienes son sus docentes en la formación técnica).
Miguel Ángel Fletes Brenes, Docente del Área de Madera, con mucha emotividad relata su experiencia de ser el docente que tanto admira Carlos, “para nosotros ha sido un reto, una experiencia muy grande, hemos implementado otras formas de dar la clase, hemos aprendido de él y él de nosotros, es especial; muy bonito es el respeto que se tienen entre alumnos y eso para él ha sido una motivación”.
Para referirse a los equipos y herramientas del oficio han creado códigos basados en el lenguaje de señas, “cuando se nos dificulta esta comunicación recurrimos a la escritura, el objetivo es que el muchacho se sienta motivado, que sepa qué, a través de las señas, nosotros lo queremos hacer sentir bien”.
La formación en las carreras técnicas está basada en un 70 por ciento de horas prácticas, algo que favorece el aprendizaje en Carlos, “también nos apoyamos en su habilidad de sabernos leer los labios, es algo muy práctico, que nos facilita la comunicación y explotar sus habilidades e inteligencia”, afirmó el docente.
El otro 30 por cierto, son clases teóricas, Carlos también las cumple, sabe leer y si deben comunicarse, lo hace a través de la escritura, apoyados con lápiz y cuadernos.
El traslado de Carlos está a cargo de su papá y el apoyo del personal de este Centro Tecnológico que con la voluntad de servicio que les caracteriza, una vez que concluye su día de estudio, le llaman a su papá quien lo viene a retirar de manos de uno de los servidores Públicos.
Samuelito a como lo llama su padre, Carlos Jarquín, es el hijo mayor de este profesional del volante, quien extrae de sus memorias que, “hace 21 años, cuando mi hijo nació y nos dimos cuenta de su discapacidad, creí que no sería capaz ni de hacer un solo mandado, fuimos viendo sus capacidades y habilidades, hasta llegar aprender el lenguaje de señas”.
“Me siento muy agradecido con el gobierno, con este Centro Tecnológico, quienes me lo han recibido con los brazos abiertos y le han brindo su apoyo, hasta ayudarlo con el transporte, decirle que seguiremos adelante y que ya hicimos los tramites y el próximo año, Samuelito ingresará a estudiar en la Unan, donde estamos seguro que, con el apoyo de este gobierno, nuestro Samuelito igual que el personal del INATEC, recibirá todo su apoyo”.
“No Tengo palabras para decirles, como mi esposa y yo estamos agradecidos con el gobierno y estos programas que apoyan a personas como nuestro hijo” concluyó don Carlos.