“Seguir Cumpliendo con la Misión Iniciada”

Cada 23 de agosto se recuerda el Cierre de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, en la cual, miles de nicaragüenses, sin distingo de clase social y religión se unieron en un mismo objetivo, llevar el pan del saber a más del 50 por ciento de la población, quienes se encontraban en la oscuridad del analfabetismo.

Desde esa heroica hazaña, han trascurrido 39 años y muchos de los que fueron parte de la cruzada, recuerdan esos 5 meses de ardua labor, como un hecho transcendental en sus vidas, que aún les llena de emoción y compromiso, para seguir trabajando desde la Educación Técnica y formar a las nuevas generaciones de profesionales.

“Fui parte de la primera gran tarea de la revolución, todos los jóvenes participamos voluntariamente, a enseñar a leer y a escribir, la mayoría, fueron personas adultas y humildes, amas de casa, trabajadores del campo, en especial recuerdo a mis alumnos del Barrio La Cruz en San Marcos, Carazo, con quienes viví este hermoso proceso”, manifestó Janeth García, Especialista de Formación Profesional de esta Institución.

Además, agregó que, “hoy la educación sigue siendo una prioridad en todos los sectores y niveles de mi patria, como miembro activo del FSLN y fiel a mis ideales, desde el INATEC seguimos aportando a este proceso revolucionario”.

La atención que se brinda desde Programas Estratégicos como parte de la educación técnica inclusiva, implica capacitación a micro empresarios, cursos de habilitación laboral, educación en el campo para jóvenes y adultos, además de capacitación para personas con discapacidad, “son algunas de las alternativas impulsada por este gobierno, para que los protagonistas forjen un mejor futuro y aporten al desarrolló del país”, explicó Janeth.

Asumir la cruzada de alfabetización implicó muchos sacrificios como dejar las comodidades del hogar y a la familia, inclusive se conoce el dato que cayeron 59 brigadistas, como sucedió el 18 de mayo de 1980, cuando fue asesinado por la contra, el brigadista alfabetizador, Georgino Andrade.

 “Su muerte fue un aliciente para otros brigadistas, inspirando a dar continuidad a este apostolado, con la moral en alto la consigna que gritábamos era:  Seguir Cumpliendo con la Misión Iniciada”, nos relató lleno de emoción, Carlos Hernández, docente de Contabilidad y Administración del Centro Tecnológico Manuel Olivares Rodriguez de Managua, dejando al desnudo una mirada penetrante y nostálgica del aquel momento histórico en su vida.

“Llegar a un lugar donde no había energía eléctrica, me impacto de gran manera, ya que la tarea no era solo enseñar a leer y a escribir, también implicó apoyar las labores de la tierra, aprender a sembrar y recolectar los frutos, fue un intercambio de experiencias, una de mis grandes experiencias durante esta Epopeya Educativa”, continúo narrando, Hernández.

Sonriente y con voz firme puntualiza Hernández, que, “si hoy me tocara salir de madrugada a comunidades para enseñar a leer y a escribir, lo haría nuevamente, aunque ya no este joven, como en aquellos tiempos”.

 También resalta que, “desde nuestra labor como docentes, continuamos erradicando el analfabetismo, por ello ponemos mucho empeño a las capacitaciones y preparación de estudiantes a través de carreras técnicas gratuitas y de calidad” concluyó Hernández.

En 1981 se declaró a Nicaragua territorio libre de analfabetismo, logrando su reducción hasta un escaso 13% lo que fue reconocido por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO.

La Cruzada Nacional de Alfabetización "Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua" (CNA), fue  una proeza que se retoma de unos de los fundadores del Frente Sandinista, el Comandante Carlos Fonseca Amador, quien desde su lucha en la montaña se comprometió con los campesinos a enseñar a leer a todos los analfabetas del país en cuanto el Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N.) llegara al poder, de ahí la inmortal frase “y también enséñenles a leer y escribir”.