Ser ciegos no ha sido ninguna limitante para un grupo de personas que habitan en la comarca Puntalito, ubicada en Jalapa, quienes finalizaron el curso de capacitación sobre Elaboración de Canasta con Perfil Plástico.

Ahí conocimos a doña Felipa Cruz Herrera, quien tenía tan solo 18 años cuando perdió la visión, ella recuerda como si fuese ayer, que se encontraba tomando una gaseosa junto a una amiga, cuando en eso, una inesperada granada las alcanzó.

“Los vecinos nos daban por muertas, pero gracias a Dios solo perdí la vista, el médico que me vio, dijo que había perdido totalmente la vista, que los charneles lesionaron la córnea y se rompió el lente antes de llegar a la pared del ojo, destrozando la retina”.  Cuenta doña Felipa.

Esta mujer, ejemplo de tenacidad, además de aprender a elaborar canastas, es muy buena para preparar todo tipo de pan casero y rosquillas, que se le venden literal, como pan caliente; para ella tener estas oportunidades de capacitarse han sido una bendición.

“Gracias a las personas que nos están tomando en cuenta, hemos sido capacitados en varios cursos, hoy somos una sola familia, esta es una experiencia, nosotros los discapacitados tenemos que aprovechar”.     

Además de la historia de Doña Felipa, también conocimos a Don Santos Vega Pérez, quien, huyendo de una serpiente, se lanzó a un barranco lesionándose la cervical lo que le ocasionó la ceguera.

Él cuenta que al inicio del curso dudó sobre si podría elaborar las canastas plásticas. “A mis 67 años jamás pensé elaborar una canasta plástica, cuando me entregaron el molde empecé a tejer y con la ayuda del profesor aprendí, agradezco este certificado que me lo gane con mis buenos trabajos”, expresó con mucho orgulloso Don Santos.

Quien motiva a otras personas ciegas a que no se frustren por su condición “Nosotros valemos igual que todos, que se levanten, el Señor abre puertas, usa a personas, como el Gobierno que nos trae beneficio, ningún gobierno ha lecho tanto por nosotros como ahora”.

Para Don Santos su oído se ha vuelto su vista para aprender. “En vez de ver una cuestión, trato de poner total atención, el profe, guía mis manos. Yo, toco el plástico y empiezo a tejer, con el molde voy dándole forma y tamaño a la canasta”.

Don Santos, además de ser un destacado protagonista de la capacitación técnica, también es un orgullo de su familia.

“Mi esposo como ser humano es tremenda persona, le gusta compartir conocimientos, les gusta enseñarles, presta su casa para que aquí se impartan las clases, hacemos comida, estoy encantada de ser su esposa, es un líder en la zona”, manifestó Martha Mejía, esposa de Santos.   

Estas capacitaciones son parte del Programa AGORA, el cual se ejecuta a través de un trabajo conjunto entre INATEC, en este caso a través del Centro Tecnológico de Jalapa y la Organización de Ciegos Marisela Toledo como parte de ese compromiso de Gobierno por continuar garantizando una educación y capacitación técnica, gratuita y de calidad para todos y todas.