Juigalpa | Gabriela Almanza | 16.05.2023 | 13:02
Yaritza Flores es una entusiasta mujer, madre y estudiante de la modalidad de secundaria a distancia en el campo que promueve el Ministerio de Educación, cada sábado junto a su hija y compañeros de estudios asiste a estudiar el séptimo grado de secundaria en la Escuela Olga Díaz, ubicada en la comarca El Lajero, a 5 kilómetros aproximadamente de la ciudad de Juigalpa.
Al igual que el resto de sus compañeros de estudios, a dicha escuela no sólo llega a aprender matemáticas, ciencias naturales, u otras materias de relevancia para su formación, también se integra al programa Vocación Productiva para el Trabajo y la Vida, que desde el año 2022 se imparte en 533 escuelas de Secundaria a Distancia.
Dicho programa, promueve la vocación productiva y el emprendimiento, como una acción estratégica para mantener la agricultura familiar, sostenible, seguridad y soberanía alimentaria y contribuir a erradicar la pobreza.
Yaritza Flores, en cada encuentro formativo pone todo su empeño para aprender una nueva técnica que compartirá y pondrá en práctica en su comunidad, “vengo desde la comunidad Poza Larga, inicialmente venia para acompañar a mi hija a clases, le manifesté a la directora mi deseo de estudiar, me integré a la secundaria a distancia y de paso acepté formar parte del nuevo programa: Vocación Productiva, así que aquí estamos en familia y aprendiendo”.
Yaritza compartió que uno de sus aprendizajes favoritos fue “ aprender a diseñar el aparato A, que nos sirve para sembrar en terrenos de lado (desnivelados), colocamos el aparato A que nos sirve para detener la tierra y seguir cultivando”, detalló la protagonista.
Durante la clase, los instructores del Centro Tecnológico Comandante Germán Pomares Ordoñez, que atiende este programa en Juigalpa, comparten las técnicas y tecnologías del plan formativo que tienen el objetivo de acercar la tecnificación a las comunidades rurales, para el desarrollo de la “Vocación Productiva”, tomando en cuenta el amor y protección a la Madre Tierra.
“Hoy el profesor nos va enseñar hacer las trampas para insectos, para usarse en los cultivos, importante porque así evitamos el ataque de los insectos y los cultivos nos rinden más” agregó Yaritza.
Mientras tanto, con la disciplina que la caracteriza, cumple las indicaciones de aplicar la melaza en el plástico, para luego ajustarla con los trozos de madera y confeccionar su trampa.
Al valorar el programa Yaritza da gracias al gobierno, “por todas estas enseñanzas que en el tiempo de antes no lo teníamos, y en los tiempos de ahora ya la tenemos, no pagamos ni un córdoba y cada día aprendemos un poco más”.
Este programa inició en el año 2022 como parte del trabajo conjunto entre los Centros Técnicos de INATEC, Ministerio de Educación-MINED, Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias – INTA, y las Universidades miembros del Consejo Nacional de Universidades – CNU. Atendiendo a más de 57 mil protagonistas anualmente.